¿Qué tanto de afuera, hay en tu adentro?


Respira pausada y profundamente. Asimismo, visualízate en esa postura, con esa intención y visualiza esa imagen que contemplas de ti.

Alienta tu serenidad, haz que ese sea el juego, saber detenerte, querer, además, así como fomentar ese respiro quieto, esa manera de estar en ti.

Queriendo mirarlo todo sin ver, te miras, tan adentro, tan reposadamente y ojalá sea con calma.

Respira así, con calma. Busca conscientemente que cada respiro venga de tu calma. Igual no inhibas nada. Lo que quiera dejarse sentir, que lo haga, pero busca en el respiro, esa quietud inviolable.

Que ni el más mínimo pensamiento, te altere. Es mejor que, explícitamente, sientas eso, la real intención de saber permanecer en ti, a voluntad, sin tensión.

Que cada respiro lo vaya logrando. Y aquella imagen, la que visualizaste, tampoco.

_____________________________________
Te preguntarás ¿qué tan adentro debo ir?
¿Dónde queda mi adentro?
¿Queda mi adentro, dentro de mí?
______________________________________

Respira.

No se trata de que busques o midas lo que crees es tu profundidad, tu adentro.

Lo importante es que sepas que está. Así que respira. Ni siquiera lo que sientas o creas es tu adentro, tan solo mantente ahí.

¿Qué tanto de afuera, está en tu adentro? ¿Qué tanto permites? ¿Qué tanto de tu adentro, colocas ahí afuera?

Respira

_____________________________________

Ahora, hoy, que se habla de distancias,
¿qué tan cerca te sientes de ti?
¿Qué tan cerca estás, sientes que estás?
¿Sientes que eso que eres, está adentro?
¿Lo soportas, lo sostienes ahí, adentro?
¿Lo aceptas?
¿Qué tanto te ocupas de eso que sabes eres o crees que eres?

_____________________________________

De darlo en distancia y colocarlo afuera.

Respira.

_____________________________________

Respira adentro,
respira para adentro,
porque en la medida en que sepas respirar adentro,
sabrás, podrás y querrás, respirar afuera.

_____________________________________


Así que proponte, y si aún crees que no sabes ni puedes ni quieres, hazlo.

Respira con la mesura de tu aliento interno. Respira con la bondad, con la que consideras a tu Ser. Respira con el amor, que sientes eres.

Asegúrate ese respiro de tu adentro y mantenlo, disfrútalo. Disfrútalo, sabiendo lo que sabes, amando lo que sabes, que es la mayor simpleza:

_____________________________________
Soy mi respiro, mi respiro soy.
Me respiro mi vida y mi vida me respira.
Respiro para ser, el Ser que me respira.

_____________________________________


_____________________________________

No existe distancia.
No existe ni adentro ni afuera.
No existe nada, solo esa mágica esencia que sé, soy: eso que respiro.
_____________________________________


¿Estás ahí? ¿Respiras consciente?


Porque si es así, ya sabes dónde estás, ya sabes quién eres.


Y respiras a profundidad, respiras cercano, tanto, tan cercano, de ti. Respira profundo. Respiras el momento y te vacías, a profundidad.


Respiras agradeciéndote por estar ahí, por querer estar ahí, tan cerca de ti.


Respiras más, más consciente, sabiéndote presente y guardando tu promesa más íntima: amarte a totalidad, amarte más.


Respira profundo con complacencia, con fuerza, con alegría, para saber estar como es, en ti.

Om Namaha Shivaya
Meditación con Mataji Shaktiananda

Comentarios

Entradas populares